Suicidio…respuesta infalible y valiente ante el mal producido y acumulado en el cuerpo por el circo transitorio y ruidoso; insomnio obligatorio por tempestades de ¿dolor?; ¿paz? O mejor… ¿silencio?...no podemos solucionar todo cual alquimistas pretendemos ser, no somos capaces de mirar en 360 grados ni menos en 180 grados, por lo tanto jamás veremos hacia atrás; no reparamos objetos rotos pues ¡no tenemos esa aptitud!, pero la calma puede venir con el cesar de la agonía, por la muerte voluntaria que me viene como un sosiego al alma siempre atormentada por sentidos crédulos y vacios; puede venir con el ultimo suspiro de caos y llevarte…llevarte a caminos, quizás ardientes y dolorosos sin paz ni gloria, quizás hacia amores perdidos y recuperados en la eternidad y clementes de pasiones irresistibles que ningún hombre osaría abandonar ni por veinte segundos o, quizás niebla espesa, oscuridad mas celos constante, risas luciérnagas en la penumbra del dolor o calma… la calma clamada del alma clandestina sin clima ni clímax cálidos y calurosos, duraderos por días y días sin parar…¿suicidio?...¿paz?...¿agonía?...no lo se, averígualo en noches tristes y ven, ven y dímelo al oído cuan dichosa experiencia…sopla lo prohibido y cae al vacio…¡te amo vida! Pero eres ausente y lenta a mi espíritu quieto pero fugaz, flojo pero distante…!te amo vida!, pero soy curioso como navegante del siglo XV descubriendo nuevas tierras llenas de vida y otorgando muerte; me gusta la idea del suicidio siempre ambiguo como la justicia….homosexualidad naufragante y sexualidades ambiguas de provocar clamor y ganas, deseos de saltar al olvido donde siempre viviré en imágenes o tiempos congelados de papel sin vida, voz, miedo…sin ti…vida.
¿Es esto el dilema del ser o no ser?
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